mousse de frambuesas y chocolate blanco

Mousse cremosa de frambuesas y chocolate blanco

La mousse es un postre que conquista por su textura ligera y su sabor delicado. En esta receta, te proponemos una versión equilibrada y deliciosa con frambuesas de Cuna de Platero y chocolate blanco. El resultado es un postre suave, vistoso y fácil de preparar, perfecto para cualquier ocasión especial.

Además de aportar color y un sabor inconfundible, las frambuesas destacan por su alto contenido en antioxidantes, fibra y vitamina C, lo que las convierte en un ingrediente ideal para recetas dulces más saludables. Esta mousse es una forma sencilla de incorporar fruta fresca y de calidad en tu día a día, sin renunciar al placer de un buen postre casero.

Ingredientes

  • 200 g de frambuesas frescas Cuna de Platero
  • 150 g de chocolate blanco
  • 250 ml de nata para montar (mínimo 35% M.G.)
  • 2 hojas de gelatina neutra
  • 1 cucharadita de extracto natural de vainilla (opcional)
  • Frambuesas frescas adicionales para decorar
  • Hojas de menta fresca (opcional)

Paso a paso para la mousse

Paso 1: Prepara el puré de frambuesas

Lava con cuidado las frambuesas de Cuna de Platero y colócalas en el vaso de una batidora. Tritúralas hasta obtener un puré homogéneo y sin grumos.

Si deseas una textura más fina, puedes pasar el puré por un colador para eliminar las semillas. Este paso es opcional, pero mejora la suavidad de la mousse final.

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Paso 2: Hidrata la gelatina

Introduce las hojas de gelatina en un bol con agua fría durante al menos 5 minutos para que se hidraten correctamente. Este paso es esencial para que la mousse adquiera la textura adecuada.

Asegúrate de que las hojas estén completamente blandas antes de utilizarlas. No las añadas secas, ya que no se disolverían bien en la mezcla caliente.

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Paso 3: Funde el chocolate blanco

Trocea el chocolate blanco y colócalo en un bol resistente al calor. Puedes fundirlo al baño maría o en el microondas a baja potencia, removiendo cada pocos segundos para evitar que se queme.

Una vez fundido, añade si lo deseas una cucharadita de extracto de vainilla para potenciar el sabor. Remueve bien y reserva mientras enfría ligeramente.

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Paso 4: Mezcla el puré con el chocolate

Calienta ligeramente el puré de frambuesas (sin hervir) y añade la gelatina previamente escurrida. Remueve hasta que la gelatina se disuelva por completo en el puré caliente.

A continuación, integra la mezcla de frambuesas con el chocolate blanco fundido. Remueve con suavidad hasta obtener una preparación homogénea. Deja templar.

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Paso 5: Monta la nata

Con la nata bien fría, bátela con varillas hasta que esté firme. No la montes en exceso, solo hasta que mantenga su forma y esté cremosa.

Añade poco a poco la mezcla de frambuesas y chocolate, integrándola con movimientos envolventes para no perder el aire de la nata. Esto dará como resultado una mousse ligera y esponjosa.

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Paso 6: Reparte y enfría

Reparte la mousse en vasitos individuales o en copas de postre. Alisa la superficie si es necesario para una presentación más cuidada.

Lleva a la nevera al menos 3 horas para que la mousse cuaje y adquiera su textura final. Cuanto más fría, mejor será la consistencia al servir.

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Consejos útiles

Trucos de cocina

      • Utiliza nata muy fría para montar con éxito. Antes de empezar a batir, asegúrate de que la nata esté bien fría y, si es posible, enfría también el bol y las varillas. Esto facilita que la nata monte rápidamente y mantenga una textura firme, ideal para conseguir una mousse esponjosa.

      • Templa la mezcla de frambuesas y chocolate antes de añadirla a la nata. Si está demasiado caliente, puede hacer que la nata se desmonte al mezclarla. Lo ideal es que esté tibia, casi a temperatura ambiente, para que se integre con suavidad y sin perder aire.

      • Decora justo antes de servir para mantener la frescura. Añade las frambuesas frescas, la menta y cualquier topping decorativo en el último momento, así evitarás que se humedezcan o pierdan textura en la nevera. El resultado será más atractivo y sabroso.

Preguntas frecuentes

¿Puedo sustituir la gelatina por agar-agar?

Sí, es posible sustituir la gelatina por agar-agar si buscas una versión vegetariana de la mousse. El agar-agar es un gelificante de origen vegetal que funciona muy bien en preparaciones frías, pero es importante seguir las instrucciones del fabricante ya que requiere hervir para activarse correctamente.

En este caso, deberás disolver aproximadamente 1 gramo de agar-agar en el puré de frambuesas, llevarlo a ebullición durante 1-2 minutos, y luego dejar templar antes de mezclar con el chocolate. La textura final será un poco más firme que con gelatina, pero igualmente deliciosa.

Sí, esta mousse es ideal para preparar con antelación. De hecho, se recomienda refrigerarla al menos 3 horas antes de servirla para que adquiera la textura adecuada. Si lo deseas, puedes elaborarla incluso el día anterior y conservarla tapada en la nevera.

Eso sí, conviene añadir la decoración final —frambuesas frescas, menta o virutas de chocolate blanco— justo antes de servir para que los ingredientes mantengan su frescura y su aspecto apetecible.

Aunque se puede congelar, no es lo más recomendable si buscas mantener la textura aireada y cremosa característica de esta receta. Al descongelarse, la mousse puede perder parte de su volumen y presentar una separación de fases entre los ingredientes.

Si decides congelarla, hazlo en recipientes herméticos y sin decoración. Para consumirla, déjala descongelar lentamente en la nevera durante varias horas. Aun así, es preferible disfrutarla recién hecha o refrigerada.

Conclusión


La mousse de frambuesas y chocolate blanco es un postre sencillo, elegante y lleno de sabor. Gracias a la combinación del dulzor del chocolate blanco con la acidez natural de nuestras frambuesas, se consigue un equilibrio perfecto que encantará a todos los paladares. Además, su preparación sin horno la convierte en una opción práctica para cualquier época del año.

Con ingredientes naturales y una elaboración accesible, esta receta es ideal tanto para ocasiones especiales como para sorprender en el día a día. Disfrutar de los frutos rojos en su mejor momento es también una forma de cuidar nuestra alimentación y apostar por productos frescos, de calidad y proximidad. ¿Te animas a probarla?


Si quieres conocer otras recetas tan deliciosas y saludables como esta, hechas con los frutos rojos de calidad de Cuna de Platero, consulta nuestra sección de recetas.

Tiempo de preparación: 15' + 3 h en frío

Raciones: 4-6 personas

Calorías por ración: 270-300