
Tartaletas de frambuesas y almendras: un bocado saludable y delicioso
Si te gustan los postres que combinan lo crujiente con lo jugoso, estas tartaletas de frambuesas y almendras te van a enamorar 💜. Son perfectas para sorprender en una merienda, una comida especial o darte un capricho saludable cualquier día. Con una base crujiente y un relleno suave, el contraste de texturas y sabores es simplemente irresistible.
La frambuesa, protagonista indiscutible de esta receta, no solo aporta un sabor delicioso, sino que también es una fuente natural de vitamina C, fibra y antioxidantes. Es ideal para cuidar tu sistema inmunológico, ayudar a la digestión y proteger tu piel desde el interior. En Cuna de Platero cultivamos frambuesas durante todo el año, seleccionadas con mimo para que lleguen frescas, naturales y llenas de sabor.
Y si te apetece seguir explorando ideas con esta berry tan versátil, no te pierdas nuestra receta de panna cotta de frambuesa y vainilla. ¡Es una opción fresquita y deliciosa que también te va a conquistar!
Ingredientes
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250 g de frambuesas frescas Cuna de Platero (ingrediente principal) ❤️
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100 g de almendras laminadas
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100 g de azúcar moreno
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1 huevo grande
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1 cucharadita de extracto de vainilla
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60 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
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2 cucharadas de harina de almendra
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1 lámina de masa quebrada
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1 pizca de sal
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Azúcar glas (para decorar, opcional)
Paso a paso para realizar estas tartaletas
Paso 1: Prepara los ingredientes
Antes de ponernos manos a la masa, es importante tener todos los ingredientes listos y organizados. Lava suavemente las frambuesas frescas Cuna de Platero y déjalas escurrir bien para que no suelten exceso de agua en la cocción. Reserva unas cuantas para decorar al final. Saca la mantequilla del frigorífico con antelación para que esté a temperatura ambiente y así sea más fácil de integrar en la mezcla.
Extiende la masa quebrada sobre una superficie ligeramente enharinada y córtala en círculos del tamaño de tus moldes para tartaletas. Engrasa los moldes con un poco de mantequilla o usa papel de horno para evitar que se peguen. Coloca la masa en los moldes y pínchala ligeramente con un tenedor. Después, guarda las bases en la nevera mientras preparas el relleno: así evitarás que se encojan al hornear.

Paso 2: Elaboración de la base
La clave de unas tartaletas irresistibles comienza en la base. Puedes optar por una masa quebrada ya preparada o hacerla tú misma con harina, mantequilla y un toque de azúcar integral. Extiéndela sobre una superficie enharinada y corta en círculos que se adapten a tus moldes. Recuerda pinchar ligeramente la base con un tenedor para evitar que se hinche al hornearse.
Hornea durante unos 10-12 minutos a 180 °C, hasta que la masa esté dorada y crujiente. Deja enfriar completamente antes de añadir el relleno. Esta base ligera y crujiente es perfecta para realzar el sabor natural de nuestras frambuesas frescas, ricas en fibra, antioxidantes y vitamina C.

Paso 3: Preparación del relleno de almendras
El corazón de estas tartaletas es una mezcla suave y con un sabor delicadamente tostado. Para elaborarla, bate el huevo junto con el azúcar moreno y el extracto de vainilla hasta obtener una crema homogénea. Añade la mantequilla sin sal a temperatura ambiente y sigue batiendo. Después, incorpora la harina de almendra y una pizca de sal para realzar todos los sabores.
Esta crema de almendra, también conocida como “frangipane”, se distribuye sobre la base ya horneada. Por encima, reparte las almendras laminadas y una generosa cantidad de nuestras frambuesas frescas Cuna de Platero. Su color vibrante y su sabor entre ácido y dulce hacen de este paso el más visual y tentador 🍓. Descubre más ideas con este berry en nuestra sección de recetas con frambuesas.

Paso 4: Horneado y presentación final
Con las tartaletas ya montadas, llévalas al horno precalentado a 180 °C durante unos 20 minutos, hasta que el relleno esté cuajado y las almendras, doradas. Deja enfriar a temperatura ambiente antes de desmoldarlas para evitar que se rompan.
Para un toque final delicado, puedes espolvorear azúcar glas justo antes de servir. Acompañadas de un té o una infusión, estas tartaletas se convierten en un capricho saludable, ideal para compartir en familia o como detalle especial en una merienda. ¡Una receta que combina sabor, salud y ese toque artesanal que tanto nos gusta!

Consejos útiles
Trucos de cocina
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Tuesta ligeramente las almendras. Antes de colocarlas sobre el relleno, puedes dorarlas un poco en una sartén sin aceite. Potenciarás su aroma y añadirás un toque crujiente extra.
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Usa moldes individuales antiadherentes. Esto facilitará el desmoldado sin que se rompan las tartaletas. También puedes forrarlos con tiras de papel vegetal para sacarlas fácilmente.
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Añade un toque cítrico. Si te gustan los sabores más frescos, ralla un poco de piel de limón o naranja en el relleno. Realzará el sabor de las frambuesas sin añadir azúcar extra.
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Conserva en frío. Si no las consumes en el momento, guárdalas en un recipiente hermético en la nevera. Se mantendrán perfectas durante 2-3 días.
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Haz una versión sin gluten. Solo necesitas una masa quebrada sin gluten y comprobar que la harina de almendra esté libre de trazas. Ideal para quienes siguen una alimentación específica.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otra fruta en lugar de frambuesas?
¡Claro! Puedes sustituirlas por arándanos, moras o fresas troceadas. Eso sí, asegúrate de que estén bien escurridas para que no humedezcan la base.
¿Se pueden hacer en versión vegana?
Sí. Puedes sustituir la mantequilla por margarina vegetal y el huevo por una mezcla de “chia + agua” o compota de manzana. El resultado será diferente, pero igualmente delicioso.
¿Cuánto tiempo aguantan las tartaletas una vez hechas?
Hasta 2-3 días en la nevera, guardadas en un recipiente hermético. Lo ideal es consumirlas en las primeras 24 horas para disfrutar de su mejor textura.
Conclusión
Las tartaletas de frambuesas y almendras no solo son un postre visualmente atractivo, sino también una opción nutritiva gracias a los beneficios de sus ingredientes principales. Las frambuesas frescas de Cuna de Platero aportan antioxidantes naturales, vitamina C y fibra, lo que las convierte en un aliado para cuidar tu sistema inmunológico y digestivo. Además, las almendras contribuyen con grasas saludables, proteínas vegetales y minerales esenciales como el magnesio y el calcio. Todo en una receta sencilla, rápida y sin complicaciones.
Este tipo de preparaciones caseras son una forma excelente de introducir más fruta fresca en la dieta diaria, especialmente en familia o con los más pequeños. Puedes adaptar la receta fácilmente según tus necesidades (sin gluten, sin lactosa, vegana) o aprovecharla como base para otros frutos rojos de temporada como arándanos o moras. Cocinar con ingredientes naturales, de cercanía y cultivados con responsabilidad medioambiental es también una forma de cuidarte y cuidar el planeta.

Tiempo de preparación: 40'

Raciones: 6 personas
