Todo comienza aquí: la siembra de la fresa, el primer latido de una nueva campaña

Cada campaña tiene un comienzo, y el de la fresa siempre emociona.

En Cuna de Platero, cuando la tierra vuelve a abrirse para recibir las nuevas plantas, sentimos que algo renace: la ilusión, el trabajo en equipo, el compromiso con la tierra y con las personas que hacen posible que nuestras fresas lleguen, un año más, a tu mesa.

La siembra es mucho más que un proceso agrícola. Es el punto de partida de una historia colectiva, donde cada agricultor y agricultura, cada persona trabajadora y cada planta cuentan. Durante semanas, nuestros equipos preparan con mimo millones de plantones en los viveros de Cabezas de Alambre (Ávila), que luego viajan hasta Moguer (Huelva) para dar vida a los campos donde crecerá nuestra fruta más emblemática.

En cada plantación se combinan la precisión de la técnica con la ilusión de quien sabe que, dentro de unos meses, ese pequeño brote se transformará en una fresa fresca, dulce y saludable, símbolo de nuestro esfuerzo compartido y de nuestra tierra.

Cultivar con propósito: sostenibilidad, innovación y comunidad

En Cuna de Platero trabajamos bajo un modelo cooperativo en el que la sostenibilidad y la innovación guían cada decisión. Desde el vivero hasta la recolección, garantizamos que cada planta crezca con el máximo respeto al medio ambiente, utilizando técnicas de cultivo eficientes, responsables y seguras.

Esta nueva campaña reafirma nuestro compromiso con tres valores que nos definen:

• Sostenibilidad.

• Innovación.

• Compromiso social.

Cifras que marcan el comienzo de la campaña

• En los viveros se preparan hasta 2,5 millones de plantas de fresa al día, listas para ser trasplantadas en Moguer.

• La cooperativa cuenta con unas 1.000 hectáreas de berries, de las cuales alrededor de 600 hectáreas corresponden al cultivo de fresa.

• Detrás de esta labor hay un equipo de más de 900 profesionales y 89 socias y socios agricultores, que hacen posible que la fruta llegue a los mercados nacionales e internacionales durante todo el año.

Cada fresa que cultivamos nace de una planta madre, sí, pero también de un propósito: cuidar de las personas, del entorno y del sabor auténtico de la vida.

Por eso, cuando en Cuna de Platero comenzamos la siembra, no solo iniciamos una nueva campaña agrícola. Damos vida a un proyecto compartido, sostenible y lleno de futuro.

Muy pronto, esas pequeñas plantas se convertirán en la fruta que tanto nos gusta compartir contigo: fresas frescas, sabrosas y saludables, cultivadas con el corazón.